Ópalo, el ancla de la esperanza

Anillo Oh! Plata
Los Ópalos han fascinado a las personas por siglos: " En ellos puede verse el fuego viviente del rubí, el púrpura glorioso de la amatista, el verde mar de la esmeralda, todos reluciendo juntos en una increíble mezcla de luces"

Imagen de Varga en Pixabay
Desde el imperio Romano, alrededor del 50 a.C., el ópalo era considerado una gema preciosa. Se acredita como portadora de buena fortuna y amores. De hecho la llamaban la "Gema del ópalo" y se hizo muy popular en Europa para sus propiedades acreditadas de aportar buena salud, riqueza a las mujeres que la poseían y en particular aumento de virilidad al hombre que la adquiere.

A la Gema del ópalo también se le dio el nombre de Oculus Mundi o el ojo del mundo, atribuyéndole propiedades curativas de la ceguera y el aumento de la vista. Sin embargo, si bien la buena fama del ópalo fue enorme por muchos siglos, en las últimas décadas su fama cambió de buena a mala superstición, esto fue por el trabajo realizado por el mercado comercial que desacreditando una gema introdujeron otra, como lo es el diamante. Creando así un mercado más lucrativo para ellos.

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El ópalo surge de la condensación de sílice y agua que se ha fosilizado por millones de años. El ópalo preciosos se caracteriza por el brillo interno de sus colores, blanco, amarillo, naranja, rojo, verde, azul y violeta.
El color base del cuerpo, originado por la cantidad de óxido de hierro que contenga, puede ser blanco, azul lechoso, amarillo, naranja, rojo naranja (ópalo fuego) y negro.
A diferencia de la mayoría de las gemas, cuyo color resulta de la absorción de luz blanca, en el ópalo, el juego de colores se origina por difracción, debido a que su estructura, está formada por esferas uniformes de sílice, dispuestas en una red tridimensional que al ser atravesada por los rayos de luz, ciertas longitudes de onda se difractan en los planos de vacío y salen como colores casi puros.

De acuerdo con datos históricos, los Ópalos de México fueron utilizados por el pueblo azteca para la elaboración de artículos ornamentales y ceremoniales entre los años 1200 y 1519. Al ópalo se le conocía con el nombre de vitzitziltecpal o ´"piedra colibrí", en alusión al parecido de la iridiscencia de la gema con al del plumaje del ave.

Uno de los ópalos empleados por los aztecas conocido mundialmente con el nombre de dios del sol azteca, se supone que fue hallado en un templo en el siglo XVI, y después formó parte de la colección de gemas de hope. En 1881 se vendió al museo de historia natural de chicago, para formar parte de la colección de gemas Tiffany.

Referencias virtuales:

Ópalos de México, revisado desde: https://www.opalosdemexico.com.mx/historia/nacimiento
El poder de los cuarzos, revisado desde: https://lapisexcelis.blogspot.com/2014/02/opalo.html

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