El anillo, círculo que carece de principio y fin...

By Dan Leo, 28/04/2019

La sortija o anillo, es un aro de dimensiones reducidas que se luce, con fines estéticos o simbólicos, en un dedo de la mano. Su nombre viene del latín anĕllus, forma diminutiva de annulus, que quiere decir anillo.
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El anillo se compone de tres partes: El aro, el chatón (parte mas o menos plana) y la gema o piedra preciosa (colocada sobre el chatón). La gema suele estar decorada con entalles o relieves y, cuando no existe, el chatón lleva letras o figuras grabadas.

Ya en la prehistoria, el anillo contaba con un fuerte significado emocional. No era empleado como un signo distintivo de riqueza como en otras épocas posteriores. Servía para unificar a las personas con las que se compartía la siembra, la caza, una comunidad o la vida.

Los motivos, formas y colores de estas primitivas alianzas estaban estrechamente relacionadas con las creencias religiosas de este periodo. Asimismo, estos aros se elaboraban con: madera, hueso, conchas y piedra tallada.

Hacia el 2800 a.C. los egipcios colocaban en ceremonias pre nupciales un anillo a modo de compromiso: el círculo, por carecer de principio y fin, simbolizó el misterio y eternidad de la vida. En un viejo papiro hallado en una excavación arqueológica se puede leer: "El anillo, ¿acaso se puede saber dónde está su inicio y su fin?". Las clases populares llevaban un anillo de cobre con un escarabajo sagrado hecho de esteatita* sobre el que se inscribía el nombre del dueño y una fórmula mágica para atraer suerte. Con ese anillo protector, eran enterrados al fallecer.
*esteatita - Variedad de talco compacto, granular, blando, suave y de color grisáceo o verdoso (antes de la aparición de la escritura propiamente dicha, los minoicos usaron sellos, grabados en esteatita primero, y después en marfil)


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Los griegos, por su parte, comenzaron a utilizarlos más como un adorno que otra cosa, y fue en el periodo helenístico, que se inicio la costumbre de ponerles piedras como granates sobre la montura. Por el contrario, en Roma tenían todo un significado de poder y de estatus social. Durante los años de la República, el anillo mostraba la clase a la que se pertenecía, pues la mayoría eran hechos de hierro, excepto los de los patricios (nobles romanos) o los de los senadores que eran de oro. Sin embargo, ya en el tercer siglo antes de la era común,  este privilegio se había extendido a los altos generales y a los oficiales, y en el siglo tercero de la era común, el uso del anillo se había generalizado casi por completo, exceptuando claro a los esclavos.
Entre los anillos hallados en las ruinas de Pompeya, del siglo I, hay anillos cuyo diseño alude a la vida conyugal. Dos manos entrecruzadas formando un círculo fue el anillo más popular en Roma; otros incluían una llavecita que significaba que la dueña del anillo lo era también del corazón de su enamorado y de la mitad de su fortuna.

El anillo tuvo usos litúrgicos tras el triunfo de la Iglesia: se simbolizó con él los esponsales con la Iglesia, y por esta razón lo llevaron sacerdotes y monjas, esposas místicas de Cristo. Se trataba del anillo pastoral y del anillo del Pescador, que llevaba el Papa, y que a su muerte se destruía.

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El anillo a partir del siglo V, tiene también que ver con el padrino. Normalmente, un hombre se casaba con una mujer de su clan, y si no la había, debía robarla de otro. De allí vino la costumbre del padrino: el individuo que ayudaba en el "rapto" de la futura esposa. En aquel contexto cultural el anillo anillo recordaba los grilletes con los que el varón se viera obligado a sujetar a la mujer para evitar su fuga.

El anillo se relaciona con la petición de mano desde que Nicolás I, en el año 860, decretó que la colocación del anillo en la petición de mano se tomara como compromiso de matrimonial. 

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Este anillo se convirtió en signo fidelidad conyugal y símbolo de guardar el compromiso contraído. Se imponía una fuerte multa consistente en la entrega del anillo a quien rompiera los lazos matrimoniales. Anillos y amor, participaban en una misma reputación como elemento mágico.

Los judíos colocaban el anillo nupcial en el dedo índice; los indios en cambio lo hacían en el pulgar. La costumbre europea de colocar el anillo en el dedo contiguo al meñique, llamado por esa razón "anular", proviene de una creencia griega del siglo III a.C. Se creía que allí termina la vena del amor, que partía del corazón y recorría el cuerpo, creencia que heredó Roma y adoptó el cristianismo. Se simbolizaba así, el hecho de que el matrimonio es un asunto en el que interviene necesariamente el corazón.
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Cuestión de superstición: Si durante la ceremonia nupcial, al momento de colocar el hombre el anillo a la mujer, en el dedo anular, éste  no llega hasta el fondo, la esposa querrá llevar los pantalones. Por otro lado, soñar que se rompe o cae del dedo, significa la pérdida del amante; y si se sueña que se pierde, el amor de esa pareja está en peligro.





Referencias Digitales:
  1. Curiosfera. Historia del Anillohttps://www.curiosfera.com/historia-del-anillo/
  2. Definición.DE. Anillohttps://definicion.de/anillo/
  3. EcuRed. Anillohttps://www.ecured.cu/Anillo


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